¿Debo ayudar a mis hijos a lavarse los dientes o no ayudarles?

Recuerdo una anécdota, les nombraremos Petra y Fernando, nombres falsos obviamente para cuidar identidades, Petra tenía 5 años y Fernando 8, mamá y papá los mandaban a dormir, pero antes tenían la instrucción de lavar sus dientes, Petra y Fernando se dieron cuenta que mamá y papá verificaban si se habían cepillado o  no, únicamente sintiendo con sus dedos las cerdas húmedas de los cepillos dentales, así que idearon mojar el cepillo cada noche antes de irse a dormir, mamá y papá  estaban confiados que sus dos hijos se lavaban los dientes todas las noches, pero, gran error, al paso de los años desarrollaron caries y se dieron  cuenta hasta que a Petra se le infló la mejilla y cuando Fernando no pudo dormir por el dolor de una primera molar permanente. Decidió llevarlos al dentista por primera vez, y así mamá y papá se dieron cuenta de que habían confiado demasiado. 

Esta historia no es para regañar ni juzgar, únicamente es para que observemos que esto nos puede pasar a cualquiera, por diversas situaciones, a veces mamá y papá salen a trabajar y dejan a los pequeños al cuidado de la abuelita, que ya al final del día no tiene energía para supervisar, o tal vez llegamos cansados de la larga rutina del día y dejamos a un lado la higiene bucal y no solo para nuestros hijos sino también para nosotros mismos. 

En este mundo es fácil creer que una vez dada una instrucción se debe seguir, pero nos debe entrar la duda ¿Lo harán bien? ¿Debo ayudar? Definitivamente nos gusta pensar que todo va bien, hasta que deja de ir bien, y es que poco sabemos de cómo debemos cuidar la higiene bucal en los menores de edad. 

Nosotros como humanos, somos seres complejos durante todo nuestro avance en este mundo, y aún más como niños en crecimiento y desarrollo, ya que dependemos de un tercero, nuestro tutor, sea cual sea su nombre, mamá, papá, abuelos, tíos, no importa, pero es hasta que crecemos que nos damos cuenta de la importancia de sus consejos y el valor que tenían al obligarnos a hacer acciones poco gratas para nosotros cuando infantes.

Leamos un poco de datos duros, un poco aburridos, pero reales, en los resultados del año 2019 en México, por parte del sistema de vigilancia epidemiológica de patologías bucales (SIVEPAB), los menores de edad de 0 a 10 años estudiando únicamente su dentición primaria (la de leche), el número promedio de dientes cariados fue el mayor componente, representando 85.7% del índice total y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2019 reporta que del 60 al 90% de los niños en edad escolar sufren caries.

Por su parte La Academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) define al descuido o negligencia dental como: "La incapacidad deliberada por parte de los padres o tutores de un niño para solicitar y continuar con el tratamiento necesario para asegurar una adecuada salud bucal, libre de dolor e infecciones” y señores, tener caries no es tener salud bucal.

Pareciera ser que la caries es el enemigo número uno de las infancias, uno silencioso, que no nos advierte nada, hasta que llegan las 3 de la mañana de un 1ero de enero y tenemos que pedirle auxilio al odontólogo más cercano. 

¿Quién es el culpable? 

Fácil sería decir que los niños, porque ellos quieren comer dulces, porque ellos no quieren lavarse los dientes, o también podríamos acusar al sistema, o a los abuelitos por consentidores, o a nosotros mismos como adultos responsables de tan indefensos seres, y si, pero, no es tan fácil de responder ésta pregunta, esto es un problema multifactorial, nadie nos enseña a ser padres y la educación de un niño es cosa seria, por lo tanto descifraremos este enigma tan delicado respondiendo algunas preguntas: 

¿Qué es la caries?

La caries dental es una patología (enfermedad) de causa multifactorial, transmisible de origen infeccioso que afecta a las piezas dentarias, produciendo la destrucción de forma progresiva de los tejidos duros. 

¿Cómo se evita la caries?

Con prevención, lavando dientes, pastas con flúor, cepillos dentales adecuados, hilo dental, dieta baja en azúcares refinados, visitas al odontólogo para identificar factores de riesgo e instrucción correcta y a mí me gustaría agregar, así como recordarles que los niños repiten lo que los adultos hacemos así que manos a la obra con nosotros mismos. 

Tip: Sale más barato un cepillo dental que una corona.

A continuación, les adjunto los siguientes links de videos demostrativos:

Correcto cepillado dental con cepillo manual: 
https://www.youtube.com/watch?v=zTEA6YxRHXw&t=125s

Correcto uso de hilo dental:
https://www.youtube.com/watch?v=aMqGCEQZ2zM

¿Debo ayudar a mi hijo a lavarse los dientes?

De acuerdo a la Asociación Americana de Odontopediatría desde que nuestros retoños nacen debemos estimular primero las encías, así es, aunque no tenga órganos dentarios para acostumbrarlo a tocar su boca, e iniciar el cepillado dental desde la erupción del primer diente con pastas que contengan 1100 ppm (partes por millón) de flúor, así a lo largo de su crecimiento y desarrollo ellos ya estarán acostumbrados a una rutina y está en nosotros apoyarlos (La Asociación Española de Pediatría recomienda auxiliar hasta los 6 años). 

Entonces queridos lectores, respondiendo la pregunta del título, si, si debemos ayudar a nuestros menores de edad al lavado de los dientes, mínimo hasta los 6 años y supervisarlos por las noches antes de irse a dormir verificando que no se vayan con nutella a la cama y así evitar lo que Petra y Fernando sufrieron. 

Cada niño es diferente y se requiere la instrucción de un profesional, esto que les comento son generalidades y cada niño es mágico, único y requiere atención de manera individualizada, no los descuiden y acudan con un profesional, está en nuestras manos nuestra propia salud bucal para heredar algo mejor que propiedades: buenos hábitos.

Por: EEP Ingrid García Roldán